lunes, 25 de junio de 2012

2 guerra mundial


SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
 La mayor parte de los países latinoamericanos permaneció relativamente abierta a los inmigrantes desde 1918 a 1933. Después de la toma de poder de los nazis en Alemania, sin embargo, cuando la búsqueda de refugio se intensificó, la resistencia tanto popular como oficial a aceptar a los judíos europeos y a otros extranjeros aumentó. Entre 1933 y 1945, los gobiernos latinoamericanos permitieron inmigrar oficialmente a solamente 84.000 refugiados judíos, menos de la mitad del número que habían autorizado a entrar durante los quince años anteriores. Otros entraron en estos países a través de cauces ilegales.
La negativa de los países latinoamericanos a ofrecerles ingreso a más refugiados judíos provenía de varias causas. El antisemitismo creciente era sin duda una razón, tal como el temor a la competencia económica. En ciertos casos, había resentimiento por el hecho de que algunos refugiados judíos que habían entrado bajo la condición de hacer trabajos agrícolas luego fueron a parar en las ciudades. Además, la simpatía de algunos latinoamericanos de descendencia alemana por la ideología nazi y las teorías raciales también contribuyó al creciente antisemitismo.

Los alemanes ocuparon Ámsterdam en mayo de 1940. En julio de 1942, cuando Alemania empezó la deportación de los judíos de Holanda a los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau y Sobibor en la Polonia ocupada, Ana y su familia se escondieron con cuatro personas más, todos judíos. Por dos años, vivieron en un desván secreto atrás de la oficina de un negocio en la calle Prinsengracht No. 263. Amigos de la familia contrabandeaban comida y ropa para ellos, con gran riesgo a sus propias vidas. El 4 de agosto de 1944, la Gestapo (policía secreta estatal de los nazis), que había recibido la información de los vecinos holandeses, descubrió el escondite de los Frank.

Los Frank fueron arrestados por la Gestapo y enviados al campo provisional de Westerbork. De allí, en septiembre de 1944, los nazis deportaron a los Frank y a los otros cuatro arrestados, a Auschwitz-Birkenau. En diciembre de 1944, Ana y su hermana Margot fueron transferidas al campo de concentración de Bergen-Belsen cerca de Celle, en el norte de Alemania. Murieron de tifus en marzo de 1945, un mes antes de la liberación del campo. La madre de Ana fue asesinada en Auschwitz. Solo el padre de Ana, Otto, sobrevivió la guerra. Las fuerzas soviéticas liberaron a Otto en Auschwitz en enero de 1945.

PROPAGANDA: LA CREACIÓN DE UN LÍDER

“Cuántos lo admiran [a Hitler] con conmovedora fe, como la persona que los ayudará, los salvará, los liberará de la angustia insoportable.”
-Louis Solmitz, maestro de escuela de Hamburgo, 1932.
El intenso deseo público de tener líderes carismáticos ofrece un terreno fértil para la propaganda. A través de una imagen pública cuidadosamente orquestada del líder del Partido Nazi Adolf Hitler durante el período políticamente inestable de Weimar, los nazis explotaron este anhelo para consolidar el poder y promover la unidad nacional. La propaganda nazi facilitó el rápido ascenso 
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, alineadas en dos alianzas militares opuestas: los Aliados y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de 100 millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo armamentístico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme significación que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso por primera y última vez de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad,1 con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.



El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio Británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales de 1939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En base a acuerdos entre los nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las Potencias del Eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1941 las potencias europeas del Eje comenzaron una invasión de la Unión Soviética, dando así inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde 19372 y pretendía expandir sus dominios en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el Océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.
El avance del Eje fue detenido en 1942 tras la derrota de Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el Norte de África y en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1943, como consecuencia de los diversos reveses de los alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y las victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que emprender la retirada estratégica en todos los frentes. En 1944 los aliados occidentales invadieron Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas territoriales e invadía Alemania y sus aliados.

La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los Estados Unidos y la invasión del Archipiélago japonés se hizo inminente. Tras el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1945 cuando Japón aceptó la rendición incondicional.
La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en 1945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.







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